Cartola

Gran músico y compositor, fue uno de los fundadores de Mangueira. El artista gana el apodo de Cartola (sombrero de copa) trabajando como peón, ya que utilizaba sombreros para no mancharse de cemento.

Sobre Cartola

Angenor de Oliveira, conocido como Cartola nace en Río de Janeiro el 11 de octubre de 1908 y muere el 30 de noviembre de 1980. Es uno de los cantantes y compositores más relevantes de la samba de raíz.

Es considerado por muchos el mayor sambista de la historia de la música brasileña. Cartola nace en el barrio de Catete y pasa su infancia en Laranjeiras donde se vuelve seguidor del Fluminense, que por aquel entonces era el equipo del barrio.

Se interesa por la samba desde niño y aprende a tocar el cavaquinho y la guitarra con su padre.

En Laranjeiras, conoce los ranchos carnavalescos de União da Aliança y Arrepiados, en este último tocaba el cavaquinho.

La llegada a Mangueira

Las dificultades financieras obligan a la familia a mudarse a un morro donde comenzaba a crecer una favela, Mangueira. En Mangueira, Cartola conoce a Carlos Cachaça y otros bambas, ingresando así en un mundo de bohemia, delincuencia y samba.

Con 15 años tras la muerte de su madre, abandona los estudios y comienza a trabajar como peón de obra. Le molestaba tanto que el cemento le ensuciara la cabeza que comenzó a usar un sombrero para protegerse. Cartola es un sombrero de copa y ese fue el apodo que escogieron sus compañeros de trabajo, y que le acompañaría el resto de su vida.

Una vida bohemia

En ese tiempo entra en conflicto con su padre, que no acepta su vida bohemia y es expulsado de casa.

Eso le lleva a una vida de ocio, bebida y a frecuentar zonas de prostitución. Contrae varias enfermedades venéreas. Deambula por las noches y duerme en trenes durante el día. Ese estilo de vida le lleva a adelgazar y a caer enfermo debido a la mala alimentación.

Deolinda, una mujer siete años mayor que él casada y con una hija, le dedica sus cuidados y termina enamorándose de él. Deolinda deja a su marido y comienzan a vivir juntos.

El barracón compartido por Cartola y Deolinda era frecuentado por más personas, todos mantenidos por la dueña de casa.

Noel Rosa se hospedó en él algunas veces en busca de un refugio tranquilo.

Cartola trabajaba de obrero pero prefería ejercer de compositor y guitarrista en los bares y tiendas locales. En aquella época, ya era conocido como uno de los mayores compositores del morro.

Nace Estação Primeira de Mangueira

Cartola en compañía de Carlos Cachaça, Gradim y otros músicos, crea el Bloco dos Arengueiros en Mangueira, parte de ese núcleo fundará la Estação Primeira de Mangueira en 1928. La primera samba de la escuela, «Chega de Demanda», fue compuesta por Cartola.

Cartola, uno de sus siete fundadores, asume la función de director de armonía de la escuela, cargo en el que permanece hasta finales de la década de los 30.

En 1931 Cartola se da a conocer fuera de Mangueira cuando Mário Reis sube hasta el morro para comprar una de sus sambas, «Que infeliz sorte». El tema finalmente fue grabado por Francisco Alves ya que no se adaptaba a la voz de Mário Reis.

Con el tiempo vende más sambas cediendo apenas los derechos pero conservando la autoría de la música. Fue el caso de: «Não faz, amor» (con Noel Rosa), «Qual foi o mal que eu te fiz?», «Divina Dama», «Tenho um novo amor» o «Samba na floresta» (con Sílvio Caldas).

Sus sambas se popularizan con voces como: Araci de Almeida, Carmen Miranda, Francisco Alves, Mário Reis y Silvio Caldas.

En compañía de Carlos Cachaça compone el tema «Pudesse meu ideal», con el que Mangueira se proclama campeona del primer desfile exponsorizado por el periódico deportivo “O Mundo Esportivo”.

En 1935, Mangueira es premiada de nuevo con «Não quero mais», una samba compuesta junto con Carlos Cachaça y Zé da Zilda que fue regrabada en 1973 por Paulinho da Viola, con el título de «Não quero mais amar a ninguém».

El navío Uruguay

En 1940, Cartola es invitado por el compositor Heitor Villa-Lobos para formar parte de un grupo de sambistas entre los que se encontraban Donga, Pixinguinha y João da Baiana.

La propuesta consistía en grabar varias canciones de música popular brasileña para otro maestro mundialmente famoso, Leopold Stokowski, el cual recorría América Latina en un navío recopilando música nativa. Cartola grabó dos sambas a bordo del navío Uruguay, una de ellas fue «Quem me vê sorrindo».

En el mismo año junto con Paulo da Portela, Cartola crea el programa de radio «A Voz do Morro», en el que presentaban sambas inéditas a las que los oyentes daban títulos. El programa premiaba al oyente si su título era escogido.

En 1941, Cartola junto con Paulo da Portela y Heitor dos Prazeres, crean el «Conjunto Carioca».

Cartola es dado por muerto

Ya en el inicio de los años 40, Cartola desaparece y llega a ser dado por muerto. Ese periodo es un gran misterio.

El músico contrae meningitis y llega a estar tres días en coma, la nueva dirección de Mangueira descalifica sus sambas y éste, avergonzado y enfermo se traslada a vivir a Nilópolis.

Deolinda, la mujer con la que vivía, muere de un ataque cardíaco. Cartola vive una época muy difícil realizando trabajos modestos como lavador de coches y vigilante.

Dona Zica, su gran amor

Sin embargo, entra en escena la mujer que cambiará su vida, Zica.

Zica encuentra al sambista en un estado lamentable, dado a la bebida, desdentado, mantenido por prostitutas y con un problema en la nariz denominado rinofima.

A pesar de todo, Zica, admiradora de Cartola, lo lleva de nuevo a Mangueira donde la pareja se instala en una casa cerca de la cuadra de la escuela.

En 1957, el periodista Sérgio Porto descubre a Cartola lavando coches en un edificio de Ipanema. Gran admirador del compositor, decide ayudarlo y comienza a difundir la noticia de que aún está vivo consiguiendo que éste retome su carrera musical.

En 1958, graba dos grandes sambas, «Grande Deus» y «Festa da Penha».

A partir de ahí, el compositor es redescubierto por una toda nueva generación de intérpretes.

El restaurante Zicartola

En 1964, Cartola y Dona Zica abren un restaurante en la rua da Carioca, el Zicartola.

El restaurante promovía encuentros de samba y buena comida, reuniendo a toda la juventud de la zona sur de Río y a los sambistas del morro. En él, Cartola compone clásicos como «O Sol Nascerá» y «Alvorada».

El Zicartola se transforma en un icono de la música popular brasileña en el inicio de la década de los 60.

Además de la buena comida de Zica, Cartola propicia el encuentro de los compositores del morro y de clase media, junto con poetas y letristas como Hermínio Bello de Carvalho, y periodistas musicales como Sérgio Cabral.

Los antiguos bambas como Nelson Cavaquinho y Zé Kéti, se juntan con nuevos talentos como Élton Medeiros y Paulinho da Viola, además de cantantes del morro como Elizeth Cardoso y Nara Leão.

En 1964, Cartola y Zica se casan y el sambista compone para ella «Nós Dois».

Nace el mito

En el año 65, el álbum «Show Opinião» realizado entre Zé Keti, João do Vale y Nara Leão, incluye «O sol nascerá» de Cartola. Esta grabación proyecta su carrera.

Siguen varios años de éxitos pero la consagración definitiva le llega en el año 1974 cuando graba su primer álbum, «Cartola».

El disco recibe varios premios y fue considerado el mejor álbum del año, reunía una colección de obras primas como: «Acontece», «Tive sim», «Amor proibido», «Disfarça e chora», «Corra e olhe o céu»

El mismo año, se lanza el LP «História das escolas de samba: Mangueira», en el que Cartola interpreta dos canciones, y en la radio se presentan dos sambas inéditas: «As rosas não falam» y «O mundo é um moinho». «As rosas não falam» es incluída en su segundo disco y se convierte en una de sus composiciones más importantes.

Cartola consigue realizar un show en solitario en el Teatro da Galeria y vuelve a desfilar con Mangueira en el año 1977 después de 28 años de ausencia.

Graba su tercer disco, «Verde que te quero rosa» con el mismo éxito que los anteriores en el año 77.

En 1978 se va a vivir a Jacarepaguá buscando un poco más de tranquilidad. En frente de la puerta de su casa en Mangueira se inaugura en su honor, la plaza «As rosas não falam».

Ya en el año 79 llega a las tiendas su tercer LP, «Cartola – 70 anos», cerrando así su pequeña discografía.

El adiós de um «bamba»

El cantor muere el 30 de noviembre de 1980, enfermo de cáncer a los 72 años.

Su cuerpo fue velado en la Estação Primeira de Mangueira por donde pasaron todo tipo de personas relevantes del panorama musical: Clara Nunes, Alcione, Emilio Santiago, Chico Buarque, João Nogueira, Dona Ivone Lara, Nelson Sargento, Jamelão, Roberto Ribeiro, Clementina de Jesus, Martinho da Vila, Gal Costa, Simone, Elizeth Cardoso, Paulo Cesar Pinheiro, Beth Carvalho, Paulinho da Viola, Gonzaguinha, entre muchos otros.

Dona Zica ve el cuerpo de su gran amor por última vez.

Atendiendo el pedido del compositor, el 1 de diciembre día de su funeral, el ritmista de Mangueira Waldemiro marcó el ritmo para el coro de «As rosas não falam». Cantada por una pequeña multitud de sambistas, amigos, políticos e intelectuales, presentes en su despedida.

En su caja la bandera del equipo de su corazón, el Fluminense.

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